De la Calle a la Autosuficiencia
De la calle a la autosuficiencia: Amamericana lanza taller de preparación de alimentos para migrantes venezolanos vulnerables en Arequipa
Arequipa, Perú — En el corazón de Arequipa, una ciudad cada vez más moldeada por los desafíos y la resiliencia de la diáspora venezolana, se está desarrollando un nuevo capítulo de esperanza. Amamericana, una organización sin fines de lucro con sede en Canadá dedicada a la integración sostenible de migrantes, se ha aliado con Liberty Iglesia Internacional para lanzar un taller práctico de preparación de alimentos y microemprendimiento que equipa a refugiados venezolanos vulnerables con las herramientas para recuperar su dignidad y reconstruir sus vidas.
En el centro de este programa transformador están los pastores Azaria Girma y Duma Girma de Liberty Iglesia Internacional. Con décadas de experiencia en trabajo comunitario con poblaciones en riesgo, su ministerio ofrece más que apoyo espiritual: funciona como una plataforma de empoderamiento económico.
El taller forma parte de la Iniciativa para la Integración Sostenible de Migrantes de Amamericana, una estrategia en fases para clasificar, albergar, capacitar e integrar sosteniblemente a los migrantes en el tejido social y económico del Perú. Este programa específico se enfoca en microemprendimientos culinarios: capacita a participantes dispuestos y capaces en la preparación higiénica de alimentos, seguridad en la cocina y empaquetado de productos, con el objetivo de permitirles vender legal y rentablemente alimentos preparados en las calles de Arequipa.
“Empezamos con quienes más lo necesitan”, explica Jai Jind, fundador y director estratégico de Amamericana. “Nuestro modelo de triaje prioriza a viudas, madres solteras y familias numerosas vulnerables. A partir de ahí, no solo damos ayudas — damos un camino. De la calle, al albergue, a la sostenibilidad.”
Los participantes son seleccionados según su necesidad, disposición y capacidad de aprendizaje. Una vez integrados al programa, reciben instrucción directa de chefs capacitados dentro del cuerpo de la iglesia, aprendiendo a transformar ingredientes de bajo costo en comidas limpias, deliciosas y comercializables. Los productos, una vez preparados y empaquetados, se venden directamente en mercados locales y áreas comunitarias — brindando a los participantes una fuente inmediata de ingresos y un sentido de propósito.
Detrás de escena, Amamericana subvenciona alojamiento temporal para las familias seleccionadas, cerrando la brecha entre la ayuda de emergencia y la independencia a largo plazo. ¿El objetivo? Que los participantes eventualmente puedan pagar su propio alquiler y mantener a sus familias — con dignidad, no con dependencia.
“Esto es más que comida. Es compañerismo. Es libertad”, dice el pastor Azaria Girma. “Al enseñar oficios que la gente puede usar de inmediato, no solo estamos poniendo comida en las mesas, estamos evitando que las familias terminen en la calle.”
El programa de preparación de alimentos es solo una de varias líneas de capacitación que Amamericana ofrece a través de sus socios comunitarios e iglesias. Otras incluyen costura, construcción básica y comercio callejero, cada una diseñada para responder a la demanda del mercado mientras se acelera la integración de los migrantes.
Con aproximadamente 1.5 millones de migrantes venezolanos residiendo actualmente en Perú — muchos en condiciones precarias — programas como este son fundamentales para evitar que una crisis humanitaria se convierta en una clase marginada permanente.
La visión a largo plazo de Amamericana incluye escalar estos programas a nivel nacional, apoyados por transparencia habilitada por blockchain y asignación de recursos impulsada por inteligencia artificial para asegurar que cada dólar — y cada participante — esté debidamente contabilizado. Pero incluso con la promesa de la tecnología, el fundamento sigue siendo profundamente personal: una familia, una oportunidad a la vez.
